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Una de cada

Un podcast para arreglar el mundo y,
de paso, a mi misma.

Los imprescindibles

Estos episodios son los más TOP, los que más he disfrutado grabando y escuchando y los que no te puedes perder.

Todo empezó…

Mi misión es clara:
arreglar el mundo.

Hay proyectos que nacen con esa intensión.
Y conversaciones que lo logran.

Una de cada es un podcast natural, fresco y atrevido.
Una conversación sin pretensiones más allá de compartir la esencia
de los proyectos que lideramos para intercambiar energías poderosas.

Arreglamos el mundo, que se llama, y nos arreglamos a nosotras mismas. Un espacio libre de prejuicios y con poder transformador.

Una de Cada nació por pura necesidad personal. Sentía que a mi vida le faltaba un espacio para esa Anna comunicadora. En mi trabajo no tenía suficiente y ninguno de mis hobbies me ofrecía ese rol. Así que decidí crearlo de cero. Mi querida amiga Marina Pastor se sumó al barco y juntas arrancamos este proyecto con la misión de tener conversaciones de las que arreglan el mundo, y que de paso, nos arreglan a nosotras mismas.

En 2023 la salud nos planteó un cambio de escenario y allí empezó la segunda etapa del podcast, en la cual charlo con personas con proyectos sexitosos con los que quieren arreglar el mundo.

Anna Rosell_Una de cada podcast

Para mí Una de cada…

es la semilla que ha dado paso a todo lo que ha venido después.

La construcción de un proyecto desde cero, con su forma y su personalidad, con su misión y sus valores…
Es un espacio en el que suceden conversaciones reparadoras sobre temas de los que se tiene que hablar, y que habitualmente, no tienen lugar en los medios tradicionales.

Es un espacio donde conversamos e intercambiamos puntos de vista. Donde descubrimos el talento personal que hay detrás de proyectos que ayudan a vivir mejor a millones de personas.

Es un espacio libre de juicio y con una pretensión ambiciosa.

Dar a conocer mil manera de cambiar el mundo. Con recién cumplidos 18 me fui a Guinea Ecuatorial para realizar un voluntariado con niños y adolescentes. Quería cambiar el mundo y una vez allí, me di cuenta de lo equivocada que estaba. No puedo cambiar un gobierno o una cultura de arriba a bajo, pero sí que puedo crear espacios donde hacer las cosas de manera diferente.

Y desde esa semilla sexitosa, empoderar y acercar proyectos que nacen con esa intención igual de ambiciosa que la mía.

Esto sucedió en mayo del 23.
Se viralizó un reel y pasamos de ser 350 a 20.000 personas en la cuenta de IG. El video consiguió superar los 4 millones de reproducciones en menos de una semana.

¡Hoy tiene más de 8 millones!

No creo que fuera casualidad. Sino una consecuencia del propósito de este proyecto. Hablar de aquello realmente importante y que muchas veces callamos por no ser políticamente correcto.